Actualmente, muchas cortes ofrecen mediación para que las partes traten de resolver su conflicto sin tener un juicio. En la mediación, las partes se reúnen con un tercero imparcial —en general un miembro del personal de la corte— para tratar de llegar a un acuerdo y resolver el caso. El acuerdo podría incluir un plan de pagos para ponerse al día con el alquiler, una modificación del contrato de alquiler entre las partes o decir que el inquilino se mudará en una fecha específica en el futuro.
En general, el tercero imparcial pondrá el acuerdo por escrito. Ambas partes lo firmarán y en la mayoría de los casos se enviará a la corte para que el juez lo firme. Cada una de las partes recibirá una copia del acuerdo. Las partes pueden acordar tener una o más audiencias para determinar el estado del caso, para verificar que ambas estén cumpliendo con el acuerdo.
La mediación les da a las partes más flexibilidad para cumplir sus objetivos y más control sobre cómo resuelven su caso. Si la corte decide el caso, lo más probable es que una parte gane y la otra pierda; en la mediación, ambas partes pueden ganar porque consiguen al menos parte del resultado que querían.
Si las partes tratan de llegar a un acuerdo con mediación, pero no lo logran, pueden seguir adelante con su audiencia de la corte. Infórmele a la corte si está dispuesto a usar el proceso de mediación para tratar de resolver su caso.