Publicado septiembre 5, 2019
12:27 pm
Daniel Tirfagnehu, Esq., graduado en 2014 de la Facultad de Derecho de Case Western Reserve, cuenta una historia divertida sobre cómo se convirtió en uno de los más de 3,000 abogados voluntarios de Legal Aid. “Legal Aid estaba organizando una clínica para abogados sobre cómo manejar las audiencias de expulsión”, dice. “Fui por el almuerzo gratis.” Bromas aparte, Tirfagnehu dice que vio una conexión entre las expulsiones y su propia práctica legal. “Soy un abogado de defensa criminal”, dice Tirfagnehu. “Las expulsiones son una especie de expansión natural de eso porque son personas que enfrentan disciplina”.
Uno de esos estudiantes que enfrentaba medidas disciplinarias era “Evelyn”, una estudiante de séptimo grado con discapacidad intelectual que asistía a una escuela local. Un día en que la clase se puso ruidosa, Evelyn se unió a la refriega y le arrojó un libro a otro estudiante. Su maestra se pasó de la raya y la refrenó físicamente. Cuando Evelyn se defendió, la escuela tomó medidas para expulsarla.
Los padres de Evelyn se pusieron en contacto con Legal Aid y el caso fue remitido al abogado Tirfagnehu. “Hay mucho en juego en estas audiencias de expulsión”, dice Tirfagnehu. “Las expulsiones pueden dañar a los niños por el resto de sus vidas”.
La investigación apoya esta afirmación. En 2014, el Departamento de Educación publicó una serie de recursos para escuelas que relacionaban las políticas de exclusión (suspensiones y expulsiones) con el aumento de la
probabilidad de abandono escolar, abuso de sustancias y participación en el sistema de justicia penal.
“Es bueno tener abogados en estos casos en los que los estudiantes se están metiendo en problemas realmente serios y buscan ser expulsados”, agregó Tirfagnehu.
Después de hacerse cargo del caso de Evelyn, Tirfagnehu habló con la madre de Evelyn para recopilar más detalles sobre el incidente. Luego se puso a trabajar defendiendo los derechos de la niña, argumentando en su defensa en las audiencias administrativas de la escuela y en las reuniones con el superintendente. El distrito escolar finalmente accedió a desestimar los procedimientos de expulsión. El distrito también acordó preparar a Evelyn para el éxito brindándole los apoyos que necesitaría debido a su discapacidad. Gracias a Tirfagnehu, Evelyn pudo permanecer en la escuela y continuar su camino hacia la graduación de la escuela secundaria.
Cuando se le preguntó por qué sigue representando a los estudiantes, Tirfagnehu dice que es porque la gente necesita ayuda y él tiene las habilidades para ayudarlos. “Si yo fuera panadero”, dice, “esperaría que de vez en cuando le diera un pastel gratis a alguien que no pudiera pagarlo… Si tienes un par de horas para ayudar a las personas que lo necesitan ayuda, ¿por qué no?